Poema V
de La Voz del Muerto
Los que tienen adonde refugiarse
han
huido. Las flores los objetos los lugares
parecen esperar la huella
el
olfato y la mano de los que partieron.
A
esta ciudad apenas le queda gente,
aunque
el alma de los que aquí están
podría
abrazar todos los rincones
oler
y acariciar todas las verdades.
No
sé de la ecuación del tiempo.
Cada
día más minúsculos
nos
devora el miedo a dentelladas.
Y
en cada segundo articulado
parece
que la muerte tenga hambre.
Siria. 2015. |
Poema XII
de La Voz del Muerto
Un
murmullo sobrevuela
la
desconchada piel de las casas
la
abierta herida del orgullo.
Se deja caer
húmeda y desinflada la existencia
sobre las ropas de los vivos
sobre la corteza que camufla a los
muertos.
Llega
sucia y pesa
siglos
de deambular sin tino.
No
existe peor condena que la destrucción,
ni
verdugo más abominable que el odio.
Réquiem por un hombre cualquiera está publicado en Ediciones Vitruvio (2013).